Viernes 13 de mayo, 2022.
Una fiesta casera, todo el mundo sudando bien cerca, como lo que era.
Raggaetón sonando y un grupo enorme de latinos cantando-gritando.
Yo iba de uno en otro, como diría Ivy: una puede el cuerpo rozar pero no quiere decir que pa’ la cama va… Me sentía poderosa con mi espalda descubierta, abanico de plumas verdes en la mano, arrepellando una erección y luego despidiéndome para ir a la siguiente.
Luego sonó Bad Bunny, y ahí me di cuenta que no era la única, y que esto era algo grande pero que lo habíamos vivido en aislamiento, hasta ahora.
Yo me le negué al raggaeton por mucho tiempo. Obvio que perrear era lo que se hacía en épocas de colegio, cantando “como dice el barbero…pelo pelo pelo” sin saber de qué tipo de pelo se trataba. Conforme crecía y encarnaba un híbrido hippie-hispster-anarquista, las letras machistas y misóginas eran todo lo opuesto a mis ideologías.
Pero esto fue cambiando cuando me mudé a un país nórdico en donde todo era opuesto a lo que conocía. Comencé a extrañar la latinada, la bulla constante, la polada, el calorcito y el sazón, la interacción espontánea, el vacilón.
De repente no faltaba la salsa y el merengue al cocinar y raggaetón del viejo cuando me iba a bañar, ignoraba mi doble moral de que si estaba bien que mis hijos esucharan esas letras porque era más importante que ellos conocieran sus raíces latinas aunque fueran más blancos que el queso.
Eventualmente mi fantasía de una familia perfecta se desplomó, mi matrimonio se fue al carajo y en lo que agarraba las fuerzas y medios para salir de ahí, tomé un vuelo a Costa Rica con mis hijos para recargar energías en diciembre.
La cuenta regresiva animada por mi querido amigo Roberto en una fiesta enorme en Nosara, mis niños que se negaron a dormir a como planeé, una microdosis de hongos que resultó no siendo tan micro, sonó Tusa después de Yo no olvido el año viejo y todos bailábamos seguros de que el 2020 iba a ser nuestro año.
Si tan solo hubiéramos sabido que una pandemia nos esperaba a la vuelta lista para revolcarnos! Jeje.
Regresé lista para empacar, aunque mis pertenencias eran tan solo las reliquias de mi closet, un par de platos bonitos y un sillón que amaba tanto pero terminé vendiendo porque no tenía dinero. De verdad no tenía ni un centavo, llevaba años dependiendo de mi ex, siendo mamá en casa sin trabajar. Tampoco tenía a donde ir, pero la primera oportunidad de alquilar una habitación la agarré ya que mis amigas hicieron una cadena y donaron dinero para que pagara las primeras rentas.
Y ahí estaba, Febrero 2020, mezclando el dolor más grande que ha sentido, la incertidumbre y el miedo con unas ganas descomunales de volver a ser yo, y ser libre! Me sentía como un ave fénix que no tenía ni la más mínima idea de lo que estaba haciendo.
Justo dos semanas después de mi mudanza varios amigos compartieron el lanzamiento de YHLQMDLG en sus stories, yo no tenía ni idea de quién era Bad Bunny pero le di un pase, lo que menos me imaginaba era que este álbum iba a ser catalizador de esta fase en mi vida.
YHLQMDLG llegó a despertar muchas cosas, con Vete comencé a sentir el enojo que le tenía a mi ex, fue la primer canción en muchísimos años que me senté a aprender y sentir eso que sentían mis compañeras cuando cantaban a Paquita la del Barrio.
En esa época estaba haciendo de todo menos Perreando Sola, definitivamente no me estaba haciendo La Difícil, más bien, sentirme perra me estaba dando todo el poder que necesitaba.
Mi ex y yo comenzamos a dividirnos los niños la mitad del tiempo, así que cuando no los tenía planeaba más dates que lo que aplicaba a trabajos. Me rasuraba las piernas escuchando A Tu Merced, me maquillaba con Bichiyal mientras movía el culo pa’ calentar y luego iba en el tren con Soliá a máximo volumen, así llegaba a mi date semanal vibrando más fuerte que mi vibrador.
Mi nueva familia se comenzaba a solidificar, ahora éramos tres, yo tenía 29, Milo 4 y Lun 1, comenzábamos a tener nuevas costumbres, nuevos rituales y a encontrar la manera de fluir juntos, en los ratos de buen fluir teníamos nuestros himnos de YHLQMDLG: Hablamos Mañana fue el himno de ellos, repetían la parte rock una tras otra, luego Safaera se volvió la favorita, y P FKN R más tarde.
Yo me preguntaba si era algo bueno o algo malo que escucháramos este tipo de música. Si ser una mamá que disfrutaba su vida sexual era algo malo. O si cocinar haciendo twerking al lado de ellos dándome nalgadas iba a ser negativo. Pero luego entendí que lo bueno y lo malo es solo una ilusión, una percepción, y que cuando una mamá está feliz, los niños también lo serán.
Honestamente no se si era feliz en esa época, de seguro que no, pero esos momentos en donde ponía Bad Bunny, sola o acompañada de ellos, era genuinamente feliz aunque estuviera ignorando que estábamos en plena pandemia y que no sabía como iba a pagar la siguiente renta.
El Último Tour Del Mundo llegó en una etapa diferente aunque fueron tan sólo unos meses de diferencia, había dejado a mis tres amantes y me quedé solo con el bueno. Finalmente había encontrado un apartamento en donde me podía quedar por un año y comenzaba a pegar el invierno, lo que significa el momento de aceptar la depresión interna que llevamos todos dentro y abrazar las ganas de querernos morir un poquito. No habían restricciones fuertes como en otros países pero la vida social y la diversión eran inexistentes.
Pero El Último Tour Del Mundome sacó de la cama. Lun ya había cumplido dos y comenzaba a decir algunas palabras: una de ellas “hemma” (hogar en sueco) mientras se aprendía en donde estaba el hogar de su papá, en donde estaba el hogar de su mamá, y un día dijo:
el hogar de Lun es Milo.
(porque su hermano era lo único que permanecía cerca suyo siempre).
Todas las mañanas Luni decía “pongo”… pidiéndome que le pusiera Dákiti (y siempre te lo pongo). Booker T y Yo Visto Así fueron los himnos de Milo quién se rebelaba a diario en mi contra, producto del divorcio… o de la crisis de los 5 años… o de ser un niño Géminis.
120 nos trajo la alegría más explosiva capaz de cambiar el mood en todo momento, teníamos nuestra propia coreografía en donde los primeros segundos de la canción nos quedábamos quietos moviendo la cabeza y luego ellos hacían breakdance y yo bailaba en el medio. Simplemente épico.
Con La Noche De Anoche yo fantaseaba en mis días de soltería salvaje que dejé unos meses atrás, pero luego rideaba Droga o Sorry Papi, me ponía feliz y se me pasaba.
El 2021 fue el “nunca es más oscuro que cuando va a amanecer” no porque no tuvimos mucho material de Bad Bunny ese año sino porque en junio perdí a mi papá consecuencia del maldito virus. La verdad no vi ese amanecer por mucho tiempo hasta que en noviembre hice un viaje con uno de mis mejores amigos a Portugal en donde vi la luz, decidí que hasta aquí iba a llegar el sufrimiento y que iba a hacer cosas que conectaran con mi propósito y sirvieran mi felicidad, una de ellas este blog.
Nuestra canción del viaje fue Yonaguni, la escuchábamos y cantábamos de principio a fin mientras nos fumábamos un purito manejando a 180 por la autopista. Nos tirábamos constantemente las líneas épicas de la canción y comentábamos que lo más rico de las canciones de Bad Bunny es lo reales que son sus letras, que hablan de lo que uno vive en la cotidianidad con humor y simpleza.
Yonaguni fue otro himno de mi familia, mi hijo menor se despertaba a las cinco de la mañana diciéndome: -“mamma, por qué Chori tiene un culo muy grande?” y yo como -ay niño vuélvete a dormir.
2022!! Siento que pasaron 10 años desde ese fin de año en Nosara hasta ahora, la vida ha sido como meterme un mar bien picado y que cada vez que salía a la superficie a respirar y recuperarme de la revolcada de una ola, otra ola llegaba.
Pero una semana antes de que saliera el último y tan esperado album de Benito, el mar se apaciguó, llegó la primavera y el aire me comenzaba a decir que todo iba a estar bien, comencé a ir en bici a mi escuela, y ahí, con audífonos en vez de casco (do not do this at home) la primera vez que escuché Un Verano Sin Ti.
Ahora, perdónenme la exageración, pero ser exagerada es mi trademark. Pero aún recuerdo cuando escuché la intro de Moscow Mule por primera vez y cuando se erizó la piel como si estuviera teniendo una experiencia espiritual. Luego ese flow.. WOW! AY MAE! AY DIOSITO! Apáñame!
Puse esa canción tanto en repeat que creo que el 80% de los plays han sido míos.
SI QUIERES TE LA SACOOOOOO! Iba cantando en mi bici rosada mientras todos los suecos me veían como que le pasa a esta loca!
TODO el bendito album fue una experiencia!
Había olvidado lo rico que es escuchar un album completo una y otra vez y ese sentimiento que cuando acaba una canción uno sabe cuál es la siguiente.
Después de la Playa me hizo revivir todas esas fiestas familiares, mis tíos y abuela bailando, y mi momento favorito de la vida: Milo preguntándome -mamma, cómo se baila esto? Y tuvimos nuestra primera clase de merengue en la sala y el niño se movió como un puertorriqueño.
Este álbum ha marcado a Milo tanto como a mi. No hay nada como escuchar a un niño de siete años que habla español con acento sueco decir:
Mamma: “tu no ere’ bebecita, tu ere’ bebesota!”
o lo escucharlo en el cuarto de la nada cantando:
“Puerto Rico está bien cabrón, e’, está bien cabrón”!
(por dicha no sabe lo que significa me gusta la chocha de Puerto Rico hasta el momento!) Ay qué canción by the way!
Andrea fue la primera vez que Bad Bunny que me hizo llorar y agradecerle a mis papás por llamarme María Andrea. Sentí al escucharla que fue un premio por lo que he vivido, (ay porque obvio que él me la escribió a mi!)
Iba a poner mis canciones favoritas pero la verdad es que son TODAS.
Un Verano Sin Ti es una joya de pies a cabeza, no hay ninguna canción que sienta meh… todas son especiales y han hecho de esta fase la mejor que he vivido, no es como que el disco me llevó a estar mejor si no que ha sido el acompañamiento perfecto, amo que mezcle tantos ritmos y que sea lo opuesto a algo monótono, amo que las letras me hacen sonreír, amo que algo llegó a sorprenderme cuando tiendo a pensar que todo es aburrido.
Ahora estoy en un momento en donde miro atrás, todo lo que he vivido, y todo tiene sentido, agradezco por todo lo que tengo y lo que he experimentado. Me despierto cada mañana sintiéndome genuinamente feliz, me siento fuerte, en constante movimiento, me gradué de la escuela, ya hablo full sueco, tengo los mejores amigos que la vida me ha dado, mi freelance está floreciendo, y es verano!
Tengo a un no somos na’ pero estamos envueltos hace rato que me llena la panza de maripositas pero estoy disfrutando mi celibato de tres meses como nunca. Sigo perreando, coqueteando y bailando con todes, pero al final me dejo toda mi energía sexual para mi misma y la uso para otras cosas: invirtiendo en mi bienestar, placer y futuro cada día, estoy teniendo más orgasmos diarios que en ningún otro periodo de la vida y guardo compartir mi cuerpo hasta que encuentre alguien que valga la pena 100%, me siento muy sagrada.
Que digan lo que sea
Yo subo y bajo como la marea
Se tratan de montar y tambalean
Quiero alguien que se atreva, que se atreva
Y me entienda a mí
Bueno, que buen monólogo me tiré amigues, quiero escuchar si alguien matiza tanto estos discos como yo o si tienen experiencias vacilonas. Hagamos un house party y escuchamos todas las canciones juntos si?
Ea
-Esa si! Esa no! Esa si! Esa no! …. el ga ti to tuyo se perdió por negligencia!
ok ya.
Yo canto, me gustan las PLAYAS de puerto Rico, casi no se nota el chocha jiji
Divino!!! mi hija me las enseña, gracias, gracias, gracias por compartir tan honestamente todo!!! un abrazo desde Guate